«A ejemplo de San Sebastián, descubramos cuál es nuestra Misión» Mons. Oscar Aparicio
Fue la invitación de nuestro Arzobispo Monseñor Oscar Aparicio durante su homilía, en la Misa dominical, en la Catedral Metropolitana, que tuvo una especial característica pues también celebramos al Patrono de nuestra Arquidiócesis, San Sebastián.
Siguiendo el camino del año litúrgico, tras haber celebrado el anterior domingo el Bautizo del Señor, estamos ahora siguiendo el camino de Jesús y con ello también nos hace partícipes a todos nosotros que hemos recibido este sacramento. Con ello debemos asumir una misión especial a la que hemos sido llamados.
Es con la vida, con el testimonio, con nuestros hechos, que debemos anunciar a Jesucristo Nuestro Señor, a ejemplo de los personajes de las lecturas de ese domingo. Si bien el camino nos es fácil, remarca Monseñor, debemos confiar en su Palabra pues Él nos hará luz de las naciones, a aquellos que llevamos la salvación, a quienes viven en tinieblas.
Pero destaca que además de esta misión estamos convocados a asumir una misión particular, así como San Pablo lo expresa. El Arzobispo invita a encontrar esa misión especial en nuestro diario quehacer, si somos niños, adultos o de la tercera edad, que en nuestra condición mostremos al mesías con nuestros propios dones.
Y celebrando la fiesta de San Sebastián, patrono de la Arquidiócesis, mostró su ejemplo, que como soldado romano estuvo oyendo el llamado para anunciar a Jesús con su vida, con su labor hasta dar su vida por el Reino de Dios.
También Mons. Oscar recordó que hace 5 años en la fiesta de San Sebastián fue posesionado como Arzobispo de Cochabamba y ahora tiene la misión de pastorear a esta pequeña porción de la Iglesia Universal, en un compromiso serio y constante a ejemplo de Cristo.
Destacó que, como San Juan, podamos reconocer a Jesús como nuestro Salvador, no creyéndonos salvadores ni mucho menos buscar el eterno poder. Remarcó que ser únicos, tener la seguridad eterna, solucionar todos los problemas con dinero, darnos salud o le vida entera es un equívoco. SOLAMENTE CON EL SEÑOR PODEMOS TENER LA VIDA PLENA
Video de la Homilía