FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

La Iglesia en este día celebra la veneración a las reliquias de la cruz de Cristo en Jerusalén, tras ser recuperada de manos de los persas por el emperador Heráclito. Según manifiesta la historia, al recuperar el precioso madero, el emperador quiso cargar una cruz, como había hecho Cristo a través de la ciudad, pero tan pronto puso el madero al hombro e intentó entrar a un recinto sagrado, no pudo hacerlo y quedó paralizado.
El patriarca Zacarías que iba a su lado le indicó que todo aquel esplendor imperial iba en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo cuando iba cargando la cruz por las calles de Jerusalén.
Entonces el emperador se despojó de su atuendo imperial, y con simples vestiduras, avanzó sin dificultad seguido por todo el pueblo hasta dejar la cruz en el sitio donde antes era venerada. Los fragmentos de la santa Cruz se encontraban en el cofre de plata dentro del cual se los habían llevado los persas, y cuando el patriarca y los clérigos abrieron el cofre, todos los fieles veneraron las reliquias con mucho fervor, incluso, su produjeron muchos milagros.
Según precisa el P. Juan Manuel Sierra, es “una fiesta que celebra no tanto los misterios de la Pasión, como se hace el Viernes Santo, sino la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, que se realiza a través de la cruz. Y lo que era un instrumento de tortura, es ahora un signo de gloria, de victoria para Cristo y los cristianos”.
El P. Sierra precisó en el video publicado por la Universidad de San Dámaso que el contenido de la fiesta es “precisamente la cruz como signo de gloria, de triunfo”.
“Es la Redención que Cristo realiza, que nos transforma y configura”, asegura el P. Sierra y destacó que el “mirar la cruz y reconocerla como fuente de la victoria, también la salvación para nosotros”.
En ese sentido también precisó que las reliquias de la Santa Cruz que hay en España y en el mundo son “signos, recuerdos y aspectos de fe que nos pueden ayudar a vivir la vida cristiana”.
“La tradición nos dice que Santa Elena, la madre del emperador Constantino, encuentra la Cruz de Cristo, que debió ser sin duda alguna un tesoro para los cristianos. Fue escondida y enterrada, y a partir de ahí se difunde por distintas partes de la iglesia, pequeñas reliquias y fragmentos de madera tomados de la cruz, lo que se llama el lignum crucis. Que como tantas otras reliquias deben tomarse con fe, como una ayuda, un recuerdo”; destacó.