Hoy es la fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro

Cada 27 de junio se celebra la Fiesta de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, advocación mariana extendida por todo el mundo, cuyos orígenes nos remiten a los inicios del primer milenio. Se trata de una devoción particular a la Virgen María, la Madre de Dios, que se hace presente siempre que uno de sus hijos sufre un dolor profundo, una emergencia, una catástrofe, una tentación, un peligro inminente, una enfermedad grave. María, como Madre Inmaculada, nunca se cansa de brindar auxilio y consuelo cuando acudimos a Ella.
Socorro perpetuo
La Virgen del Perpetuo Socorro posee innumerables patronazgos repartidos en diversos países, pero es considerada, de manera especial, patrona de los miembros de la Congregación del Santísimo Redentor, cuyos miembros son conocidos como redentoristas. Ellos velan por la difusión de esta hermosa advocación y por el bien espiritual de sus devotos.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro es un ícono (imagen) de la Virgen María cuyo original se conserva hasta el día de hoy en el altar mayor de la Iglesia de San Alfonso del Esquilino en la ciudad de Roma (Italia).
La imagen del “Perpetuo Socorro” recuerda los cuidados maternales que tuvo la Virgen María hacia su Hijo Jesús, prolongados desde que fue concebido por el Espíritu Santo hasta su muerte en la Cruz. En virtud del ejercicio de tan preciosa maternidad, hoy la Madre de Dios ejerce los mismos cuidados espirituales sobre nosotros, sus hijos.
Entre redentoristas y agustinos
A fines del siglo XVIII, Napoleón, quien ocupaba la ciudad, mandó destruir muchas iglesias romanas, entre ellas la de San Mateo. Providencialmente un sacerdote agustino logró llevarse a escondidas el cuadro de la Virgen del Perpetuo Socorro. Más adelante, la imagen sería colocada en la capilla agustiniana en Posterula. Paralelamente, los redentoristas empezaron la construcción de la Iglesia de San Alfonso sobre las ruinas de la antigua iglesia de San Mateo.
Ellos tomaron noticia de que en el lugar había estado el milagroso cuadro del “Perpetuo Socorro” y que en ese momento se encontraba en manos de los agustinos. En favor de los redentoristas se sumó el testimonio de un sacerdote jesuita que conocía del deseo de la Virgen que deseaba ser honrada en ese lugar.
La Virgen, el Papa y la Congregación del Santísimo Redentor
Así, el superior de los redentoristas solicitó al Beato Papa Pío IX que el cuadro sea devuelto al lugar original. El Papa dispuso que así se hiciera, a lo que accedieron los agustinos, y les encargó a los redentoristas la misión de propagar la devoción a Nuestra Señora.
Hoy, la devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro está extendida en todo el mundo cristiano. Iglesias, santuarios, escuelas católicas y otras edificaciones están dedicadas en su honor. Sus devotos la veneran y piden su auxilio por todo el globo.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro,
¡Ruega por nosotros!