La devoción a la Virgen del Carmen tiene su origen en el Monte Carmelo, situado al oeste del Lago Galilea, junto al Mar Mediterráneo. Seguido el 16 de julio de 1251 según la tradición, se le apareció la Santísima Virgen a Simón Strock, superior de la orden diciendo: Toma este hábito el que muera con él, no padecerá en fuego eterno. En la vida protejo, en la muerte ayudo, del purgatorio salvó.

Desde la fundación del Carmelo descalzo por Santa Teresa y San Juan de la cruz en 1562, se ha mantenido la devoción y amor a Nuestra Señora del Carmen comunicando a los hermanos La Auténtica Piedad Mariana presentando a la virgen como modelo y maestra de la comunicación con Cristo y con la iglesia.

Bolivia tiene una gran devoción a la Virgen del Carmen, recordemos la revolución de 1809 en La Paz, donde se la tiene como especial protectora. En todo nuestro vasto territorio no hay iglesia o capilla que no tenga una imagen del Carmen, ni cristiano que no lleve el escapulario. la devoción no fue expandida en su parte por los Carmelitas Descalzos, en la Plata Sucre, desde 1717 y en Cochabamba desde 1760, continuada por los Carmelitas Descalzos desde su fundación; en la parroquia del Carmen de La Paz en 1928 y la parroquia de San Antonio en Cochabamba 1939.

El 27 de junio de 1852 fue declarada por el papa Pío IX patrona de toda la República de Bolivia, en 1949 el ejército nacional la declara Generala del ejército de Bolivia.

LA ORDEN CARMELITA: se llama así lo que tuvo su origen en el Monte Carmelo, Hermoso Promontorio situado en las afueras de la ciudad de Haifa, al norte de Israel con la espléndida visita al Mar Mediterráneo, sabemos por la Biblia libro de los Reyes, que el profeta Elías hábito y actúo en el Carmelo, sus laderas y alrededores los profetas tenían de círculos a quiénes a veces se llamaba hijos de los Profetas, cómo fue el caso de Eliseo. Lo que no podemos afirmar ahora es si los seguidores de Elías fueron numerosos los casos, si perduraron allí poco tiempo o largos años, cómo lo querían antiguos autores Carmelitas.

 ese país de Palestina la tierra prometida de los hebreos, se convirtió para los cristianos en tierras altas, los santos lugares, porque en ciudades como Belén Nazaret, Jerusalén y otros, nació, comió, vivió, pareció, murió y resucitó nuestro señor Jesucristo. El Carmelo queda al extremo norte de la Santa Tierra.

A medida que se fue extendiendo el cristianismo por Europa la Tierra Santa fue mirada por los fieles con exquisita veneración. En tiempo de Paz nunca faltaron peregrinos que la visitarán, algunos de los cuales dejaron pormenores relatos de su peregrinación, muy útiles para reconstruir la historia de tiempos remotos.

 Esta región privilegiada estuvo sometida con el correr de los años a mil vicisitudes, alguno de los cuales interesa rememorar, perdía y recobraba su independencia, era sojuzgada y arrastrada, resurgia, cambiaba de amos, según el resultado de Las Guerras y la voluntad de Los Conquistadores, mucho antes de adquirir la autonomía y prosperidad actual. En el año 330 de nuestra era el emperador Constantino fundó Constantinopla e instauró el Imperio Romano del oriente, siendo favorable a los cristianos, pero la época de las persecuciones restauró los lugares Santos de Jerusalén y dio a luz a sus moradores.

Lamentablemente del siglo XII comenzó la expansión islámica por el medio oriente que acabó con el Reino Latino de Jerusalén y ocupó la cuna del cristianismo. Ni el papado de Roma, ni las naciones de Europa, podía resignarse a ver la Tierra Santa en manos de infieles musulmanes que habrían destruido el santo sepulcro, dejaban a los peregrinos y amenazaban con invadir el Imperio de Constantinopla, o Bizancio, Urbano segundo convocó a una Cruzada, la primera de 8 que se llevaron a cabo en control con Los Príncipes europeos que suministraron tropas y marcharon al Asia menor.

El 15 de julio de 1099 de Godofredo Buillón con otros capitanes tomaron a Jerusalén restauraron el reino latino Balduino fue el primer rey y se crearon los patriarcados de Jerusalén y Antioquia así hemos llegado a los humildes orígenes de la gloriosa orden Carmelita.

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN; no se sabe a ciencia cierta cuándo y por qué empezaron Los Ermitaños del Monte Carmelo a dar culto especialísimo a la Virgen María como madre de Dios. El Carmelo es todo Mariano, se dice en adagio por todos admitido. Se cree, pero no está evidenciado que el primitivo oratorio de los eremitas establecido junto a los fieles fuente de Elías en las laderas de la Santa Montaña estaba consagrado a la Señora, yendo mucho más lejos ciertos escritores de los viejos tiempos aseguran que la madre de Jesús cuando vivía en carne mortal, iba algunas veces o fue alguna vez a visitar a sus hermanos que habitaban el Carmelo imposible no es, porque la distancia entre Nazaret y el Carmelo no es grande, la virgen era joven y sana, buena caminante cómo lo demostró al viajar las montañas de Judea a visitar a su prima Isabel, tampoco se inquietaba por el paso del tiempo que tomaba con mucha calma por eso permaneció con su pariente unos tres meses.

 EL ESCAPULARIO DEL CARMEN: la entrada de los Carmelitas en las Naciones europeas no fue fácil ya lo hemos dicho, tuvieron que superar muchos obstáculos hacia 1.245 fue elegido Prior general en inglés San Simón Stock que consiguió del pontífice Inocencio cuarto confirmara la regla Albertina con algunas necesarias modificaciones.

La Virgen María era el paño de Lágrimas de los Carmelitas cuándo algún grave problema les agobiaba, en una de esas frecuentes tempestades el general San Simón Stock pedía con lágrimas a su patrona que se hiciera sentir con alguna señal del cielo, que Lo sacara adelante, Ella no fue sorda a las súplicas de su hijo.

 Dice la tradición que el 16 de julio de 1251 se apareció la Virgen santísima en Ayslesford Inglaterra, y entregándole el escapulario de la orden le dijo estas palabras:

“Recibe, hijo mío, muy amado, es escapulario de tu Orden, señal de mi confraternidad. Será un privilegio para ti y para todos los Carmelitas. El que muera con el no padecerá el fuego eterno. Es signo de salud, salvación en los peligros alianza de paz y de pacto sempiterno”

El uso piadoso del escapulario Carmelita, ha sido recomendado y enriquecido con indulgencias por muchos Sumos Pontífices, los fieles lo recibieron amorosamente y creen por su eficacia. La fe que le tienen como protección en los peligros plasmada con esos rezos que rezamos como gozos en la novena del Carmen. “Vuestro escapulario Santo escudo están verdadero, que no hay plumón y ahí acero de quien reciba quebranto. Puede, Aunque la lana tanto, que vence al fuego y al hielo”.

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