“NUESTRAS OBRAS Y NUESTRA VIDA DEBE SER TESTIMONIO VIVO DE LA PALABRA DE DIOS”

Septiembre es el mes dedicado a la sagrada escritura, con esas palabras monseñor Oscar Aparicio inicio la homilía dominical de este 4 de septiembre.
En la biblia descubrimos y escuchamos a Dios, el reto del ser humano es ser testigo de la sagrada palabra, del misterio de la resurrección del Señor, para anunciarlo al mundo entero.
Es fundamental ponernos en la disponibilidad del Señor. Nuestras obras y nuestra vida debe ser testimonio vivo de la palabra de Dios, ser discípulos misioneros.
Somos pequeños, estamos llamados al Designio de Dios, las sagradas escrituras en la liturgia de la palabra, nos empuja a seguir a Jesús, ser anunciadores de su evangelio y su Reino.
Sigue a Jesús, prioriza su amor, su palabra, el primer afecto, la primera muestra de amor es para Dios, reflexionó monseñor Aparicio.