VIA CRUCIS SINODAL – SINODO ARQUIDIOCESANO DE COCHABAMBA


INTRODUCCION AL VIA CRUCIS:
ENCUENTRO CON CRISTO CRUCIFICADO EN EL CAMINO SINODAL
El 10 de octubre de 2021, el Papa Francisco inauguró el Proceso Sinodal con el tema «Comunión, Participación y Misión». Mientras la Iglesia camina junta, estamos invitados a escucharnos unos a otros y al Espíritu Santo para discernir ‘¿qué le está diciendo el Espíritu Santo a la Iglesia hoy?’
Durante este camino sinodal la Iglesia celebra el tiempo litúrgico de Cuaresma. Este tiempo nos ofrece alimento espiritual para el camino sinodal. Sus rituales y prácticas religiosas como la oración, el ayuno y la limosna nos ayudan a entrar y reflexionar en el sufrimiento y la crucifixión de Jesús, la crucifixión de Cristo en los débiles y vulnerables de hoy y la vocación de la Iglesia de responder al «Pueblo Crucificado» con la mente y el corazón de Jesucristo.
Estamos convencidos de que “. . . la decisión de ‘caminar juntos’ es un signo profético para la familia humana, que necesita un proyecto común capaz de promover el bien de todos. Una Iglesia capaz de comunión y fraternidad, de participación y subsidiariedad, en la fidelidad a lo que proclama, sabrá estar al lado de los pobres y de los últimos y prestarles su propia voz” (PD9). Los pobres son los crucificados de hoy que están con nosotros en el camino.
En este camino sinodal, el Vía Crucis es un regalo para la Iglesia. Reflexionando sobre el camino final de Jesús al Calvario, las Estaciones nos recuerdan que el camino de Jesús es el camino de la Iglesia. Por lo tanto, podemos aprender de Jesús qué nos espera y podemos recibir la gracia de responder a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas.
Oremos por la gracia de identificarnos con Cristo Crucificado en las personas olvidadas, desatendidas o ignoradas en el camino. Oremos por la fuerza para detenernos o reducir la velocidad, atender las necesidades de los olvidados y caminar con ellos. Oremos para que el Espíritu Santo guíe esta celebración del Vía Crucis.
INVITACIÓN.
Hermanos y hermanas, el Vía Crucis que sigue a continuación es el que la Iglesia nos propone para rezarlo en este tiempo de Cuaresma, siguiendo el espíritu del Sínodo de Obispos cuyo lema es: IGLESIA SINODAL: COMUNIÓN PARTICIPACIÓN Y MISIÓN.
Como Iglesia en Cochabamba, y puesto que estamos viviendo el proceso del Sínodo Arquidiocesano bajo el mismo lema, invitamos a todos a rezar esta devoción en este tiempo de Sínodo, en nuestras parroquias y comunidades, en nuestros grupos y fraternidades.
Que la meditación del camino de la cruz, junto al Señor Jesús, nos anime a seguir adelante en nuestro caminar.
EQUIPO DE ANIMACIÓN SINODAL
GUIA 1: Por la señal de la Santa Cruz X de nuestros enemigos X líbranos, Señor, Dios nuestro. X
En el nombre del Padre V y del Hijo y del Espíritu Santo.
GUIA 2: Al comenzar este recorrido, recordando los pasos de la Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo, por nuestra salvación, con humildad y confianza pidamos perdón por todos nuestros pecados.
TODOS: Yo confieso, ante Dios todopoderoso, y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión… (Golpeándose el pecho) Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes hermanos, que intercedan por mí, ante Dios nuestro Señor. AMEN.
Guia 1: Dios todopoderoso, tenga piedad de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna. AMEN.
ORACION POR EL SÍNODO
(ADSUMUS SANCTE SPIRITUS)
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra en nuestros corazones.
Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar la meta. Impide que perdamos el rumbo como personas débiles y pecadoras.
No permitas que la ignorancia nos lleve por falsos caminos. Concédenos el don del discernimiento, para que no dejemos que nuestras acciones se guíen por prejuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos desviemos del camino de la verdad y la justicia, sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos esforcemos por alcanzar la vida eterna.
Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo y lugar, en comunión con el Padre y el Hijo por los siglos de los siglos. Amén.
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Entonces Pilato dictó la sentencia sobre Jesús que le pedían. Liberó al hombre que querían… y les entregó a Jesús para que hicieran lo que quisieran”.(Lc 23, 24-25).
GUIA 1: “No se debe excluir a nadie de compartir su perspectiva y experiencias, en la medida en que quieran ayudar a la Iglesia en su camino sinodal de búsqueda del bien y de la verdad. Esto es especialmente importante para aquellos que son más vulnerables o marginados” (Manual del Sínodo, 2.1).
GUIA 2: Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios. Pertenecemos a una sola familia humana. En este camino sinodal, no condenemos a nadie en las orillas del camino por su diferencia física, psíquica, religiosa, étnica o cultural. No nos lavemos las manos por los miembros diferentes de la familia humana.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Entonces les soltó a Barrabás. Ordenó que primero azotaran a Jesús y luego lo entregaran para que lo crucificaran.» (Mt 27, 26b)
GUIA 1: «Ante la desconcertante perspectiva de la cruz, hay discípulos que se alejan y gente que cambia de estado de ánimo. La insidia que divide – y por lo tanto contrasta un camino común – se manifiesta indiferentemente en las formas del rigorismo religioso, de la intimación moral que se presenta más exigente que la de Jesús, y de la seducción de una sabiduría política mundana que pretende ser más eficaz que el discernimiento de espíritus.» (Documento Preparatorio del Sínodo, 21).
GUIA 2: Estamos llamados a tomar la cruz de Jesucristo en este camino sinodal. Es nuestra responsabilidad caminar juntos como Pueblo de Dios hombres, mujeres, niños y niñas, religiosos hombres y mujeres, clérigos, obispos. Tomar la cruz significa asumir el caos, el desorden, las frustraciones y las desilusiones de los demás. Subamos al tren sinodal y acompañemos a Cristo crucificado que nos acompaña en el camino.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Cuando una de las criadas lo vio sentado junto al fuego, lo miró fijamente y dijo: «¡Este también estaba con Jesús!». Pero Pedro lo negó: «¡Mujer, ni siquiera lo conozco!».” (Lc 22, 56-57).
GUIA 1: “Como en cualquier camino, debemos ser conscientes de las posibles trampas que podrían obstaculizar nuestro progreso durante este tiempo de sinodalidad” (Manual del Sínodo, 2.4).
GUIA 2: Mientras caminamos juntos, a veces caemos por el peso de nuestras responsabilidades comunitarias. Cuando caigamos, no abandonemos la misión de caminar juntos. No juzguemos con dureza ni culpemos a los que caen. No descuidemos ni ignoremos a los débiles y vulnerables que caen. Cristo también cayó bajo el peso de su propia cruz misionera, pero se levantó de nuevo y continuó el camino.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 1: “De pie junto a la cruz de Jesús estaba su madre. . . Jesús viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.” (Jn 19, 25-27)
GUIA 1: “Que la Santísima Virgen María, Reina de los Apóstoles y Madre de la Iglesia, interceda por nosotros mientras caminamos juntos por el camino que Dios nos presenta. Como en el Cenáculo en Pentecostés, que su cuidado maternal y su intercesión nos acompañen mientras construimos nuestra comunión unos con otros y llevamos a cabo nuestra misión en el mundo. Con ella, decimos juntos como Pueblo de Dios: ‘Hágase en mí según tu palabra.’(Lc 1, 38).” (Manual Sinodal 5.3)
GUIA 2: María es la Madre de la Iglesia. En medio de la crisis de la Iglesia, ella no abandona, desatiende ni ignora a sus hijos e hijas. Ella nos acompaña fielmente en el camino y comparte nuestro dolor y sufrimiento. Siguiendo su ejemplo, la Iglesia nunca debe abandonar a sus hijos e hijas. Ella debe ir donde ellos sienten el dolor más insoportable: en relaciones rotas, en familias disfuncionales y en la pobreza. Debemos ser madres para todos en el camino.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
QUINTA ESTACIÓN: SIMON DE CIRENE AYUDA A JESÚS
A CARGAR LA CRUZ.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Los soldados se llevaron a Jesús, y mientras iban, se encontraron con un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo a la ciudad. Lo agarraron, le pusieron la cruz y le hicieron llevarla detrás de Jesús”. (Lc 23, 26)
GUIA 1: “Continuamente somos interpelados como Pueblo de Dios a asumir el dolor de nuestros hermanos vulnerados en su carne y en su espíritu. Por mucho tiempo el clamor de las víctimas ha sido uno que la Iglesia no ha sabido escuchar suficientemente.” (Documento Preparatorio del Sínodo, 6).
GUIA 2: Jesucristo es la Cabeza del Cuerpo de Cristo. Como Cabeza, Él nos enseña a ser hospitalarios con los desconocidos, cuyos dones y presencia pueden ayudarnos a llevar nuestra cruz. En este camino, nos encontramos con el moderno Simón de Cirene, desconocido de diferente estatus social, creencias religiosas, etnia, género, orientación sexual y capacidad intelectual. Extendamos la hospitalidad a todos los desconocidos, bienvenidos.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: «Seis días antes de la Pascua, Jesús fue a Betania… Allí le prepararon una comida… Entonces María tomó una libra entera de un perfume muy caro hecho de nardo puro, lo derramó sobre los pies de Jesús, y los secó con sus cabellos.» (Jn 12, 1. 3).
GUIA 1: «La asamblea del Pueblo de Dios se compone no sólo de hombres (Éx 24, 7-8) sino también de mujeres (Jos 8, 33. 35). Ellas son las compañeras convocadas por el Señor cada vez que renueva su alianza.” (Sinodalidad en la Vida y Misión de la Iglesia, 2018).
GUIA 2: Al tocar su rostro herido y despreciable, Verónica honra a Jesucristo. A pesar de su rostro herido y sangrante, lo dignifica con su toque. Hoy, ¿quiénes son los rostros heridos y poco agraciados que Verónica nos anima a dignificar? ¿Es el niño que llora, el rostro de mujer maltratada y desfigurada con ácido, los rostros de discapacitados, la piel flácida y arrugada de ancianas y ancianos, o el rostro de una adolescente que no se considera digna de la portada de revistas de moda?
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
SEPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ.
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Cuando Jesús llegó, encontró que Lázaro había sido sepultado cuatro días antes.
. . Jesús lloró. . .” (Jn 11, 17. 35)
GUIA 1: “En la Iglesia, el contexto también está marcado por el sufrimiento vivido por menores y personas vulnerables ‘debido al abuso sexual. . .’ La pandemia de la Covid-19 ha hecho estallar las desigualdades existentes. . . La crisis global ha revivido nuestro sentido de que todos estamos en el mismo barco, y que ‘los problemas de una persona son los problemas de todos’.” (Manual del Sínodo, 1.1).
GUIA 2: Cuando los miembros de la familia humana caen bajo el peso de los efectos del cambio climático, las terribles condiciones socioeconómicas, los desastres naturales, los conflictos políticos internos, la guerra, el genocidio y la discriminación religiosa, caemos con ellos. Pertenecemos a una sola familia humana, caminando juntos, con Dios como Madre y Padre de esta familia. Caigamos y suframos con los caídos y caídas. Caer juntamente les da la fuerza para levantarse y continuar el camino.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
OCTAVA ESTACIÓN: LAS MUJERES DE JERUSALÉN LLORAN POR JESÚS.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Lo seguía una gran multitud de gente; entre ellos había algunas mujeres que lloraban y se lamentaban por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: “¡Mujeres de Jerusalén! No lloren por mí, sino por ustedes y por sus hijos”. (Lc 23, 27-28)
GUIA 1: “El Papa Francisco caracteriza los objetivos interrelacionados de este proceso de escucha: ‘escuchar a Dios, para que con él podamos escuchar el clamor de su pueblo; escuchar a su pueblo hasta que estemos en sintonía con la voluntad a la que Dios nos llama’” (Manual del Sínodo, 2.2)
GUIA 2: Sentimos el profundo dolor emocional de las madres. Llevan la carga de la muerte de una niña, un niño drogadicto, la partida de sus hijos e hijas del hogar, el abuso o la enfermedad terminal de un niño o niña. En este camino, nos unimos a las mujeres contemporáneas de Jerusalén en el llanto con y por sus hijas e hijos. Caminamos con ellas en solidaridad y esperanza.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ.
GUIA 1: Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Jesús salió de la ciudad y se fue. . . al Monte de los Olivos. . . Luego se alejó de ellos como a la distancia de un tiro de piedra y se arrodilló y oró.” “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz de sufrimiento. . . Con gran angustia oró aún más fervientemente; su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.”(Lc 22, 39-44)
GUIA 1: “¿Por qué la cruz? Porque Jesús toma sobre sí el mal, la inmundicia, el pecado del mundo, incluido el pecado de todos nosotros, y lo limpia; lo limpia con su sangre, con la misericordia y el amor de Dios”. (Papa Francisco, La Iglesia de la Misericordia)
GUIA 2: En el camino sinodal, caemos bajo el peso de nuestra cruz. Llevando la cruz, llevamos el mal, la inmundicia y el pecado del mundo. Caemos bajo el peso de formas irrespetuosas e insensibles de hablar entre nosotros, o de formas críticas e insensibles de escuchar. En este camino la Iglesia cae bajo el peso del clericalismo, del autoritarismo, del individualismo o del narcisismo. A veces, la cruz es demasiado pesada para cargarla.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Lo crucificaron y luego repartieron sus vestidos entre ellos tirando dados”. (Mt 27, 35)
GUIA 1: “Dejar atrás los prejuicios y estereotipos: Podemos ser abrumados por nuestras debilidades y pecados. El primer paso para escuchar es liberar [despojar] nuestra mente y nuestro corazón de los prejuicios y estereotipos que nos llevan por el camino equivocado, hacia la ignorancia y la división” (Manual Sinodal, 2.3)
GUIA 2: ¿De qué estamos dispuestos a ser despojados en este camino sinodal? Jesús es despojado de su ropa y de su dignidad humana. Pablo es despojado de su estatus religioso y social. Pedro es despojado de su orgullo. ¿De qué estoy dispuesto a ser despojado? ¿Es nuestra tendencia controladora y manipuladora, posiciones de privilegio, nuestras actitudes invencibles o indispensables, o una actitud de superioridad?
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
DÉCIMA PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ.
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Lo crucificaron y luego se repartieron sus vestidos tirando los dados.” (Mt 27, 35).
GUIA 1: «Cuántas veces, como sacerdote, he meditado en esta página del Evangelio. Cuando un día me pusieron en una cruz, sentí todo el peso de esa madera: la acusación se hizo con palabras tan duras como clavos, la subida se hizo empinada, el sufrimiento me agobiaba. El momento más oscuro fue ver mi nombre pegado fuera de la sala del tribunal: en ese momento me di cuenta de que era un hombre sin culpa obligado a demostrar su inocencia. Estuve colgado en la cruz durante diez años: mi Vía Crucis se llenó de expedientes, sospechas, acusaciones, insultos. Cada vez que estaba en la sala del tribunal, buscaba el crucifijo: tenía los ojos fijos en él mientras la ley investigaba mi historia.
Por un momento, la vergüenza me llevó a pensar que sería mejor acabar con todo, pero entonces decidí seguir siendo el sacerdote que siempre fui, nunca pensé en disminuir mi cruz, incluso cuando la ley lo permitía, opté por someterme a un juicio civil: Me lo debía a mí mismo, a los jóvenes a los que enseñé durante los años de seminario, a sus familias. Mientras subía a mi calvario, los encontré a lo largo del camino: se convirtieron en mis cirineos, llevaron conmigo el peso de la cruz, secaron mis muchas lágrimas. Junto a mí, muchos de ellos oraron por el joven que me acusó: nunca se detuvieron. El día en que fui completamente absuelto, me encontré más feliz que durante los diez años anteriores: experimenté de primera mano a Dios obrando en mi vida. Colgado de la cruz, descubrí el significado de mi sacerdocio”. (Meditación del sacerdote acusado y luego absuelto, Vía Crucis presidida por el Papa Francisco, 10 de abril de 2020, Viernes Santo)
GUIA 2: Los pobres son los que están clavados o aprisionados por la indigencia, la pobreza, el encarcelamiento, el hambre, la falta de vivienda y la injusticia. En el camino de la vida, son clavados en la cruz ante nuestros ojos pero nos hacemos de la vista gorda. ¿Estamos dispuestos a clavarnos con los pobres, es decir, a ser solidarios con ellos? No es suficiente orar simplemente por ellos. Ellos también están en el camino con nosotros. Necesitan nuestras manos, pies y voz.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
DÉCIMA SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE EN LA CRUZ.
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “Eran cerca de las doce cuando el sol dejó de brillar y la oscuridad cubrió todo el país hasta las tres de la tarde; y la cortina que colgaba del templo se rasgó en dos. Jesús clamó a gran voz: ¡Padre! ¡En tus manos pongo mi espíritu! Dijo esto y murió”. (Lc 23, 45-46)
GUIA 1: “Padre, me preguntan por qué no lloré en el funeral de mi hijo. Algunos preguntan si todavía estoy en negación. Otros se preguntan si realmente estoy afligida. Mientras que otros piensan que soy fría y distante. A decir verdad, Padre, desde la noticia de su muerte he llorado tanto que me he quedado sin lágrimas, no queda nada. He muerto un millón de muertes. Estoy en el fondo de este abismo, sin más a donde ir. No me importa lo que diga la gente. Permítame permanecer en mi propia muerte.” (Testimonio de una madre cuyo primer hijo murió en un accidente aéreo.)
GUIA 2: Tantas personas mueren en este camino sinodal. ¿Estoy dispuesto a morir con ellos defendiendo la justicia, la equidad y la paz? ¿Estoy dispuesto a morir defendiendo los derechos de los no nacidos, los condenados a muerte, las personas sin hogar o los abusados física y emocionalmente? ¿Estoy dispuesto a bajar al abismo para estar con ellos?
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN: JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ.
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “José (de Arimatea) trajo una sábana de lino, bajó el cuerpo y lo envolvió en la sábana”. (Mc 15, 46)
GUIA 1: “Señor Jesús, tu cuerpo, desfigurado por un mal tan grande, ahora está envuelto en un sudario y entregado a la tierra desnuda: aquí está la nueva creación. A tu Padre Encomendamos la Iglesia, nacida de tu costado traspasado, para que nunca desfallezca ante los fracasos y las apariencias, sino que persevere en llevar a todos el mensaje gozoso de nuestra salvación” (Estaciones del Vía Crucis, Viernes Santo, 10 de abril de 2020, Papa Francisco.)
GUIA 2: En el camino sinodal caminamos por el “valle de la sombra de la muerte”. ¿Realmente creemos que la oscuridad puede conducir a la luz o que las situaciones de oscuridad no tienen permanencia? Aunque Jesús tuvo una muerte cruel, todavía tenía compañeros fieles dispuestos a arriesgarse a la pena y la vergüenza para reclamar su cuerpo. ¿Qué estamos dispuestos a arriesgar para defender a los indefensos, para identificarnos con los marginados, o con las personas más despreciables o indeseables de nuestra sociedad?
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
DÉCIMA CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO.
GUIA 1: Te adoramos, O Cristo, y te bendecimos.
PUEBLO: Porque por tu santa Cruz redimiste al mundo.
GUIA 2: “. . . y lo puso en un sepulcro. . .” (Mc 15, 46)
GUIA 1: «Frente a tal violación que la ha forzado a un espacio de no-ser, soporta un período de profunda impotencia… Lo que sucede a continuación está envuelto en tinieblas… El momento entre morir y resucitar, se produce un doble encuentro ‘kenótico’ entre lo divino y lo humano… El Dios trascendente en el que ella pone su confianza… ‘baja’ vaciando a Dios de toda trascendencia…” (Hna. Diane Jagdeo, O.P.)
GUIA 2: El camino sinodal está plagado de muchas experiencias sepulcrales. Son momentos oscuros para las comunidades en las que no se percibe una solución a las crisis. Puede ser una discusión o pelea acalorada, la revelación de una historia de abuso, alguien que se niega a hablar con otra persona o un grupo que se niega a escuchar la perspectiva de otro grupo. Nos sentimos atrapados en el barro. Parece el final del camino sinodal. Pero perseveramos creyendo en la resurrección de Jesús.
GUIA 1: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
GUIA 2: Señor Jesús, crucificado.
PUEBLO: Ten piedad de nosotros.
ORACION FINAL.
Señor Jesús, hemos recorrido el camino de la Cruz en este espíritu al que Tú nos llamas a vivir: el camino de la COMUNION, PARTICIPACIÓN Y MISIÓN. Concédenos la gracia de sentir tu presencia que nos anima a seguir adelante en nuestro caminar. De seguir buscando nuevos caminos de encuentro con los hermanos especialmente con los que están más alejados de ti, con los que sufren cualquier forma de violencia o injusticia, con los pobres y descartados. Que en este Sínodo, al que Tú nos invitas, nuestra Iglesia en Cochabamba, sienta la vitalidad y la fuerza de tu Espíritu, para seguir adelante en su Misión. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos. AMEN.